Las cajas de stock están disponibles en varios tamaños para adaptarse a cada instalación eléctrica. Para poder elegir la más adecuada, es necesario conocer el número de conexiones, el espacio disponible y el entorno de montaje. Para proyectos simples, una caja pequeña reduce costos y facilita la instalación. No obstante, en sistemas con más derivaciones o accesorios, es mejor optar por tamaños medianos o grandes que permitan organizar mejor el cableado. Se requiere prever espacio extra para futuros añadidos. Una elección correcta garantiza la seguridad, orden y mejor mantenimiento en las instalaciones eléctricas.